Rafael Nadal se ha ganado una reputación estelar en el Abierto de Francia, mientras el personal de Roland-Garros revela cómo es realmente detrás de escena.
Rafael Nadal se prepara para despedirse del tenis, dejando un legado en Roland-Garros que probablemente ningún otro jugador igualará. El tenista de 38 años ha revelado su intención de concluir su notable carrera el próximo mes en la final de la Copa Davis en Málaga, con el objetivo de asegurar la victoria para España por quinta y última vez.
Si bien es apropiado que el campeón de 22 torneos del Grand Slam se despida del deporte en su propio territorio, podría decirse que el ícono se sintió más a gusto en Roland-Garros en Francia. El “Rey de la arcilla” ganó el Abierto de Francia 14 veces, y su extraordinario récord refleja solo una derrota en el torneo de París entre 2005 y 2014.
Su última aparición en el estadio fue durante los Juegos Olímpicos de París , y también celebró su más reciente triunfo en el Grand Slam en el Abierto de Francia de 2022. Nadal ha recibido un aluvión de elogios y homenajes de sus más feroces competidores y otras leyendas del tenis.
Sin embargo, el personal del Stade Roland-Garros, que ha interactuado con la leyenda durante años, afirma conocer la “verdadera” personalidad de Nadal fuera de los focos.
En 2018, el periódico francés L’Equipe realizó una serie de entrevistas con el personal de Roland-Garros. Linda, una taquígrafa que transcribió las conferencias de prensa, reveló cómo la estrella española siempre exhibía un toque de clase antes de dirigirse a los medios.
“Cuando llega a una conferencia, siempre me saluda y me guiña el ojo. Durante la primera entrevista del torneo, siempre viene y me pregunta cómo estoy”, reveló. “Los otros jugadores le dicen hola y adiós, pero él lo hace personal. Siempre responde a las preguntas con mucha seriedad y de repente dice algo gracioso. Alguien le preguntó: ‘¿Quién es Roland Garros? ‘ y él respondió: ‘Nunca lo he conocido’. Y su sonrisa es muy contagiosa”.
A pesar de ser un gran ganador, la atención de Nadal no se centra únicamente en el tenis, como descubrió el piloto Aurelien Pajot. Su pasión compartida por el fútbol dio lugar a una amistad duradera más allá de las canchas de Roland-Garros, y Nadal solía obsequiarle a Pajot con un regalo de despedida.